El peluche Labubu llega a la Suiza francófona: "¡Qué monada!"
“¡Mira qué lindo es!” Dos jóvenes amigos rebosaban de amor al abrir el Labubu que se acababan de comprar mutuamente este viernes en Lausana. ¿Labubu? Este es el nombre de los pequeños animales de peluche de aspecto travieso que se adhieren a los bolsos. El fenómeno proviene de Asia y desde hace varios meses es furor en Occidente y un éxito en las redes sociales.
Manor sintió que era la decisión correcta. La marca ofreció estos pequeños monstruos este viernes a las 14 horas. por 40 francos en exclusiva nacional en sus sucursales de Ginebra y Lausana. Los influencers promocionaron el evento en sus plataformas y ¡bingo!: se formaron largas colas frente a los estantes. En Ginebra, la cola se extendía hasta la calle. En Lausana, el ambiente era más tímido, pero el entusiasmo estaba claramente presente. Entre los compradores había una sobrerrepresentación de chicas adolescentes, pero también había varios chicos jóvenes.
Las ventas estaban estrictamente limitadas a dos copias por persona. Lo cual es bastante, porque en la página web del fabricante en Suiza se necesitan entre siete y diez días para conseguir un ejemplar, y se establecen listas de espera para satisfacer la demanda.
Decepción y frustración para los fans británicos de Labubu: las ventas de estos pequeños peluches, que asemejan un conejo cruzado con un monstruo, han sido suspendidas en las tiendas que los venden en Reino Unido, debido a las aglomeraciones que provocan.
Con sus llamativos colores, estos peluches se han convertido en un accesorio de moda viral en tan solo unas semanas, usados por estrellas como Lisa de Black Pink, Rihanna y Dua Lipa. La popularidad es tan grande que Pop Mart anunció el lunes su decisión de retirarlos de sus tiendas en Reino Unido, debido a las largas colas que se forman en el exterior de las tiendas, lo que supone problemas de "seguridad". Las ventas online, sin embargo, se mantienen. Para hacer frente a la afluencia de clientes, la tienda había implementado un sistema de tickets con números que permitían el acceso a la tienda. "Pero algunos intentaron comprarlos para adelantar a los demás", explica Engie. "Por eso tuvimos que suspender las ventas". (AFP)
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